• Imagen creada con Inteligencia Artificial.

El mercado del vapeo crece en Bolivia sin regulación y utilizando narrativas falsas sobre salud

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  • En Bolivia, el negocio de los cigarrillos electrónicos crece sin marcos regulatorios y al alcance hasta para menores de edad.
  • Las empresas que las importan, en su mayoría, son unipersonales y no incluyen estos productos entre sus actividades generales. Recién en 2022, se creó una categoría específica para registrar la importación de vapes y solo entre enero de 2022 y junio de 2023, se importaron 224 toneladas de cigarrillos electrónicos.
  • Los promotores del vapeo utilizan desinformación sobre sus efectos en la salud y dirigen la publicidad para captar jóvenes que prueban por primera vez los efectos de la nicotina. 

Por ChequeaBolivia 

Empresas unipersonales que importan desde enseres domésticos hasta piezas de repuestos para vehículos cubren el negocio de los cigarrillos electrónicos en Bolivia, en un escenario sin marcos legales establecidos para una actividad al alcance hasta para menores de edad. 

Tras una revisión de Datasur, una herramienta digital que agrupa diversidad de datos sobre comercio exterior, ChequeaBolivia identificó que entre 2012 y 2018, alrededor de 64 importadores de cigarrillos electrónicos e insumos para este tipo de productos, de los cuales 60 figuran como importadores unipersonales y 4 como empresas importadoras. 

De los 64 importadores de cigarrillos electrónicos identificados en este periodo, 11 cuentan con un registro vigente en el Servicio Plurinacional de Registro de Comercio (Ceprec), pero la mayoría declara como su actividad específica la venta de enseres domésticos. 

 

La importación de cigarrillos electrónicos y productos relacionados, como repuestos y esencias, comenzó a experimentar un crecimiento significativo a partir del año 2017. 

El valor de las importaciones de cigarrillos electrónicos y productos relacionados en Bolivia, en el

periodo 2012 al 2018, alcanzó su punto más alto en 2018, ascendiendo a la suma de 19,6 millones de dólares americanos. Sin embargo, para este análisis se carecen de los datos del 2019 al 2021 debido a las políticas de acceso a la información del país. 

 

Recién en 2022, se creó una categoría específica para registrar la importación de cigarrillos electrónicos, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), entre enero de 2022 y junio de 2023, se importó un valor de 1,5 millones de dólares y un volumen de 224 toneladas de cigarrillos electrónicos. 

Este dato resulta particularmente interesante, ya que a pesar de que el año 2022 registró la mayor cantidad de cigarrillos electrónicos importados a Bolivia en términos de volumen, dicha cifra no representa ni el 10 por ciento del valor de las importaciones de 2018. 

En una entrevista con una empresa especializada en importaciones, se destacó que, debido a la normativa aduanera de Bolivia, algunos productos como los cigarrillos electrónicos pueden ingresar al país bajo un nombre de registro de importación diferente. 

El impacto del vapeo en la salud 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que estudios recientes sugieren que el uso de cigarrillos electrónicos puede aumentar el riesgo de enfermedades en el corazón y los pulmones. “Los ENDS (cigarrillos electrónicos que contienen nicotina) son indudablemente perjudiciales”, asegura. Su uso puede normalizar el comportamiento de fumar, especialmente entre los jóvenes (1 y 2).

En Estados Unidos, se produjo un brote de estas lesiones en los pulmones relacionadas con el uso de cigarrillos electrónicos, conocido como “EVALI”. Hasta el 18 de febrero de 2020, se habían reportado 2,807 casos de EVALI en todo ese país, con 60 muertes confirmadas. 

La magnitud del riesgo asociado con el uso de vapeadores o productos de tabaco dependerá de diversos factores, como el tipo de producto, cómo se utiliza, quién lo usa y si se manipula después de la compra. No solo la toxicidad es importante al evaluar el riesgo, sino también otros aspectos como el potencial de abuso, el uso simultáneo con otros productos de tabaco y la posibilidad de que los jóvenes continúen fumando después de experimentar con este tipo de cigarrillos.

El Convenio Marco para el Control del Tabaco, del cual Bolivia, Perú y Colombia son parte, compromete a los países firmantes adoptar medidas para el abandono y reducción del consumo de “productos de tabaco en cualquiera de sus formas”. 
Según el viceministro de Gestión del Sistema de Salud, Álvaro Terrazas, el cigarrillo electrónico impacta en la salud al igual que un cigarrillo convencional. “Se ha estado demostrando a través de diferentes estudios que hay este tipo de daños en la salud, incluso, en algunas circunstancias, se considera (al cigarrillo electrónico) peor que el cigarrillo tradicional en algunos aspectos previsto por el volumen (de humo y nicotina) que ingresa a los pulmones y la humedad que facilita cierto tipo de mecanismos que dañan más”, manifestó. 

Añadió que existen alertas a nivel mundial sobre el acceso a los cigarrillos electrónicos a temprana edad. “Vemos a adolescentes (fumando cigarrillos electrónicos) y esto tiene que cambiar. Tenemos que implementar políticas más fuertes en la regulación sobre el acceso a éstas en tempranas edades”, sostuvo. 

En Bolivia, existe un creciente consumo de vapeadores en públicos más jóvenes. ChequeaBolivia hizo un sondeo a jóvenes para conocer un poco más del por qué deciden consumir cigarrillos electrónicos. 

“Me gusta por los sabores, solo por eso. Me encanta cuando tiene sabor durazno o mora porque del clásico no me gusta el sabor porque es muy fuerte” (Consumidor)

“Según lo que he hablado y he visto, la gente lo hace por moda, a veces desconoce de los efectos (del cigarrillo electrónico) (...) ves incluso a menores de edad manejando esto” (Vendedora)

“Sabores y cantidad de nicotina a elección, también el diseño el estilo que te entrega las marcas, es como una carrera de quien saca el mejor sabor, diseño y durabilidad del mismo” (Consumidor)

Los jóvenes consultados consideran que el vapeo es menos dañino que el cigarrillo convencional. Prefieren vapear porque “no deja olor como los cigarrillos”. 

Algunos respondieron que consumen cigarrillos electrónicos para dejar el “vicio”, es decir los cigarrillos convencionales. También hubo comentarios sobre lo atractivos que son los diseños y la durabilidad. Dos respuestas se relacionaron con la salud mental, pues hay personas que aseguran que el vapear “les quita la ansiedad” o reduce el estrés.

La dinámica del mercado de vapes en Bolivia 

En Bolivia, se identificaron y registraron en una base de datos a 36 empresas o tiendas físicas que se dedican a la comercialización de cigarrillos electrónicos en la actualidad. Cabe mencionar que no se incluyeron en este conteo otras "empresas" que operan en el mercado informal a través de las redes sociales. Además, se ha observado la presencia de otras empresas que operan dentro de los supermercados de abasto, como "Hipermaxi", donde se han instalado exhibidores de cigarrillos electrónicos de la marca Waka en las cajas de pago. 

Sin embargo, no se ha logrado identificar con precisión qué empresas están suministrando estos exhibidores de cigarrillos electrónicos para su venta, ya que no solo se encuentran en los supermercados, sino también en algunas tiendas de barrio, micromercados y licorerías.

En el pasado, los cigarrillos electrónicos de la marca The Black Sheep eran los más comercializados en los supermercados "Hipermaxi", pero en las últimas semanas se produjo un cambio. 

En estas 36 empresas registradas, las marcas más predominantes y comercializadas son The Black Sheep, Waka, MK Maskking, Vaporesso y Fume. Los cigarrillos electrónicos Waka son los más promocionados en las redes sociales , como Instagram y Facebook (1,2). 

 

Esta marca de cigarrillos tiene un diseño particular que utiliza colores muy vivos y está disponible en diferentes sabores y colores. En un recorrido realizado en varias zonas de Cochabamba, se constató que se puede comprar un vape desechable de esta marca hasta en 35 bolivianos (3,5 dólares), con un mínimo de 400 Puffs (cantidad de inhalaciones). Este producto se vende hasta en los kioscos de universidades públicas como la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).

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Una caja con vapes en un kiosko de uno de los accesos a la Universidad Mayor de San Simón. Foto: ChequeaBolivia.  

La expansión del consumo y comercialización de los cigarrillos electrónicos tiene que ver con la accesibilidad de los precios. Si bien un cigarrillo electrónico sofisticado puede alcanzar un valor comercial de 900 bolivianos (129,3 dólares), se puede acceder a un vape a 40 bolivianos (5,75 dólares), 70 bolivianos (10 dólares), 130 bolivianos (16,68 dólares) hasta 300 bolivianos (43,1 dólares), según la cantidad de puffs. 

Una estrategia publicitaria que introduce a menores en el mundo del vapeo

La publicidad para la venta de cigarrillos electrónicos no está enfocada a ofrecer una nueva alternativa a personas que fuman cigarrillos convencionales sino a captar jóvenes que prueban por primera vez los efectos de la nicotina a través de los vapes con conceptos relacionados a la diversión y el “estatus”. 

En septiembre, se llevó a cabo una campaña “clandestina” coordinada en Instagram, en la que jóvenes, creadores de contenidos de Cochabamba publicaron "historias" para promocionar vaporizadores de la marca Waka. Pocos días después, se llevó a cabo una segunda promoción de estos vaporizadores con publicaciones en Instagram, pero ya no solo mostrando la marca Waka, sino también a la tienda que ofrece estos productos, “Tienda Waka”. 

Estos creadores de contenido se cuidaron evitando utilizar hashtag vinculados a cigarrillos electrónicos y solo una de tres que compartieron estas imágenes lo hizo a través de una publicación en su perfil, el resto utilizó solo historias que se eliminan en 24 horas.  

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Creadores de contenido que subieron imágenes sobre vapes en sus cuentas de Instagram. 

En Bolivia, no existen estudios clínicos o médicos sobre los efectos del vapeo. La única investigación relacionada con el tema fue realizada por la Fundación Interamericana del Corazón (FIC Bolivia) y se centró en estrategias de promoción. 

La FIC Bolivia realizó un estudio que identificó que 31 influencers bolivianos promocionaban el vapeo. Estas publicaciones estaban siempre asociadas a características de un estilo de vida saludable, diversión, sentido de pertenencia, empoderamiento, familia, amistad, viajes y bienestar económico.

Sobre los influencers y su audiencia, se observó que quienes tenían cuentas en TikTok alcanzaban a un total de 1.205.100 seguidores, mientras que los que tenían cuentas en Instagram contaban con 121.650 seguidores. La mayoría de las publicaciones eran promocionadas en TikTok y luego Instagram.

En el año 2022, se logró entrevistar a 8 de los influencers que eran menores de edad cuando promovieron vapeo. La investigación concluye que los influencers no eran conscientes de los riesgos de estos artefactos para la salud.

Además, se encontró que la promoción del alcohol y los vapeadores se realizaba de manera conjunta. Los influencers eran contratados por periodos cortos de 3 meses y se les pagaba con mercancía, es decir, con los propios cigarrillos electrónicos, o a través de transferencias bancarias que no se podían vincular directamente con las industrias. 

En un recorrido que realizó ChequeaBolivia, en el centro de la ciudad de Cochabamba, por la zona del Correo, cercano a varias unidades educativas del nivel primario y secundario, se observó que sólo en uno de cinco puntos de venta de vapeadores, se negó la venta de este producto a menores de edad, en tres se indicó que no tenían a disposición vapeadores “sin nicotina” y en uno de ellos se produjo la venta del producto. 

Observamos que un par de menores de 14 años, de una unidad educativa cercana adquirieron un vapeador desechable de la marca Waka, a 55 bolivianos. 

“Casi todos tienen nicotina, pero solo que tienen menor porcentaje que los cigarrillos, te puedo ofrecer el Waka (...) tienen un 3 por ciento, un dos por ciento de nicotina”, sostuvo uno de los compradores al ofrecer el producto. 

En el empaque del vape se lee la siguiente advertencia, pero en inglés: “Precaución: Este producto contiene nicotina. La nicotina es un químico adictivo”. 

Pero la compra y venta de cigarrillos electrónicos no solo está al alcance de menores de edad en espacios físicos, sino también en espacios virtuales. Esta iniciativa de verificación seleccionó tres tiendas que venden cigarrillos electrónicos y ofrecen realizar envío a domicilio por ventas en línea. 

Se solicitaron cigarrillos electrónicos  en la tienda  Tvx Vape Shop Bolivia a través de su número de WhatsApp, pero los administradores no solicitaron información adicional para corroborar si quien les escribía era mayor de edad o no y envió sus sus catálogos en PDF incluidos sus precios al mayoreo. El catálogo tampoco tiene una advertencia sobre el impacto para la salud o sobre la disponibilidad del producto solo para mayores de edad.

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También se solicitó el producto a la tienda Fury vaping Cochabamba a través de WhatsApp. En esta tienda  envían un mensaje a sus usuarios, que dice: “Sabes que 7 de cada 10 personas en Cochabamba ya dejaron de fumar gracias al vape”. No se cita a una fuente que respalde la información que se proporciona. En ningún momento se advierte al cliente sobre los límites de edad para adquirir el producto y se envía el catálogo con costos accesibles. 

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En las imágenes podemos observar cómo incentiva a realizar la compra mediante promociones y brindando información sin verificar. 

Kalithea Vaping es otra tienda que cuando se hizo una solicitud se informó que se hacen envíos y sin solicitar más información enviaron un catálogo en línea. 

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 Terrazas reconoció que los adolescentes acceden con facilidad a este producto y que existe la necesidad de reforzar la regulación con “políticas más fuertes”. “Tenemos que implementar políticas más fuertes en la regulación del acceso a este (producto) en tempranas edades como en los adultos”, afirmó. 

Advirtió que no es menos nocivo y que “genera dependencias” porque también usan nicotina en diferentes proporciones. 

En Bolivia, la venta de cigarrillos electrónicos está direccionada más a públicos jóvenes y no a usuarios que ya consumen cigarrillos convencionales, en un escenario donde el marco normativo es difuso y no existe una reglamentación específica para la promoción y venta de estos productos. 

Los promotores del vapeo tienen estructuras incipientes  en Bolivia

En países como Perú o Colombia, se consolidaron las asociaciones de vapeadores (Asovape Perú y Asovape Colombia). 

Por ejemplo, Asovape Colombia se conformó en el año 2015 en la ciudad de Bogotá y defiende la reducción de daños del tabaquismo promoviendo el uso de cigarrillos electrónicos. Sin embargo, sus estructuras están fuertemente ligadas con promotores del vapeo y empresas tabacaleras. 

Si bien en Bolivia aún no existe este tipo de asociaciones, se crearon espacios virtuales en los que se brindan consejos para introducirse en el mundo de los cigarrillos electrónicos, promocionar eventos vinculados con este tema y vender vapes. 

Tras una revisión de Facebook, se identificaron tres grupos que tienen más de 15 mil seguidores. 

  • Vape Club Bolivia: Un grupo de Facebook que se describe como: “Guía e información de uso correcto sobre vapes o vaporizadores, baterías y otros”. Cuenta con 10.200 miembros de La Paz y Santa Cruz, principalmente.Es un espacio donde se ofertan vapeadores y se compran y venden piezas de cigarrillos electrónicos. 
  • Vape Bolivia: Un grupo de Facebook que se describe como: “Comunidad de Vapeadores de Bolivia, para compartir información relacionada a vapeadores y sabores”. Tiene 4.800 miembros y comparten información sobre ofertas de vapeadores. 
  • Vape y esencia Bolivia: Es un grupo de Facebook que se describe como: “Comunidad de Vape y esencia en Bolivia, para compartir información relacionada a vape y esencia”. Tiene 479 miembros y se promocionan productos para el vapeo. Las personas además buscan recomendaciones de qué tipo de productos son los mejores para vapear. 

Como la compra y venta de cigarrillos electrónicos es una actividad creciente en el país aún pueden transcurrir algunos años para estar frente a un escenario similar a países de la región. 
Un marco normativo difuso. 

En plena crisis de Gobierno en Bolivia, en 2020, la entonces presidenta de la  Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), Eva Copa, promulgó la Ley 1280 sobre Prevención y Consumo de Tabaco. 

En esta norma, se contempla la categoría productos con tabaco que engloba el “sistema electrónico de administración de nicotina”. Además, se define que los cigarrillos electrónicos son cartuchos y dispositivos sin cartucho que se usan para el consumo de vapor que contiene nicotina a través de una boquilla. 

En su artículo 14 indica que: “la producción, importación, distribución y comercialización, así como la regulación o prohibición en la utilización, de los sistemas electrónicos de administración de nicotina, sistemas similares sin nicotina, productos de tabaco calentado, productos sin combustión y otros, estarán sujetas a reglamentación”. 

Esta ley define a los productos de tabaco a una gran gama de productos incluyendo el "sistema electrónico de administración de nicotina". Además, esta ley dispone que posteriormente los "sistemas electrónicos de administración de nicotina y sistemas similares sin nicotina" deben ser reglamentados mediante un decreto supremo a cargo del Ejecutivo.

Sin embargo, el 28 de junio de 2023, se emitió el Decreto Supremo 4972, que reglamenta la Ley 1280 y no se menciona a los cigarrillos electrónicos. Esta iniciativa de verificación, en reiteradas oportunidades, solicitó información al respecto al Ministerio de Salud y Deportes y también a la Aduana Nacional, pero no hubo una respuesta oficial.  

Días después a estas solicitudes, se emitió el Decreto Supremo 5042, que tiene como objeto adoptar medidas que coadyuven a la reducción de los efectos nocivos a la salud humana y corregir las malas prácticas que se realizan en el proceso de importación de vehículos automóviles, modificando las alícuotas del gravamen arancelario. En el listado de este decreto, curiosamente, figuran los cigarrillos electrónicos y dispositivos personales de vaporización eléctricos donde se aplica un gravamen arancelario del 40 por ciento. 

Uno de los puntos de las consideraciones señala que: “Es necesario implementar políticas tributarias como medio para regular las actividades de importación de mercancías que tienen efectos nocivos a la salud humana y corregir las malas prácticas que se realizan en el proceso de importación de vehículos automóviles”. 

Tras la emisión de este decreto ningún sector importador formal de Bolivia se pronunció para referirse al impacto que tendrá en la comercialización de cigarrillos electrónicos. 

Por su parte, la directora de la Fundación Interamericana del Corazón Bolivia (FIC),  Karina Garrón, indicó que si bien existe un marco normativo sobre los productos que contienen nicotina, no se cumple porque la reglamentación es muy débil. “El Ministerio de Salud nos dijo que están trabajando en ello, pero esperemos que no trabajen 20 años pero existe la necesidad de regulación con reglamentaciones específicas, con regulaciones multiministeriales”, sostuvo. 

Bolivia es un país en el que el consumo de cigarrillos electrónicos aún no se ha convertido en una actividad con grandes industrias tabacaleras operando para la promoción de los productos, existen decenas de empresas que comercializan vapes sin un marco regulatorio claro y alternando esta actividad con otro tipo de ventas para evadir el control estatal. Lo que preocupa es que cada vez más jóvenes empiezan a fumar sin estar conscientes del daño que significa para su salud y engañados por la publicidad. 

CRÉDITOS

Investigación: Enid López, Lucas Illanes, Avaguazu Escóbar, Zaida Choque. Visualización de datos: José Romero

Este reportaje ha sido desarrollado como parte de un proyecto periodístico liderado por Salud con lupa con el financiamiento de Vital Strategies en nombre de Bloomberg Philanthropies. Su contenido es de responsabilidad exclusiva de los autores y bajo ninguna circunstancia debe considerarse que refleja las posiciones de los donantes.

Esta historia es parte de Redes de Nicotina, una colaboración internacional de informes sobre las tácticas de la industria tabacalera para promover una nueva generación de productos de nicotina a través de las fronteras.


 

 

 

 

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