En noviembre de 2018, el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES)[1], al constatar el crecimiento desmesurado de la desinformación a través de las denominadas noticias falsas (fake news) en las redes sociales, viendo su efecto negativo y al estar muy cerca las elecciones generales de 2019, empezó a diseñar y ejecutar un proyecto que permita detectarlas, verificarlas y rectificarlas, y así contrarrestar este fenómeno.

En las revisiones secundarias sobre el tema se encontró que, según la AGETIC[2], en 2017, el 28% por ciento de la población prefería informarse a través de redes sociales, cifra que con seguridad se ha incrementado hasta nuestros días. Por su parte, la ATT[3] estableció que hasta septiembre de 2018 había 9.4 millones de conexiones de internet, de las cuales, el 95 por ciento eran a través de teléfonos celulares.

Desde una perspectiva optimista, estos datos dan cuenta del enorme potencial que tienen las redes sociales para la intercomunicación humana, la información y el fortalecimiento de la democracia. Sin embargo, este ideal se ha visto seriamente empañado por el uso instrumental y sin escrúpulo ético que de ellas hacen grupos de interés que buscan manipular en su beneficio la conciencia de la gente, a través de la desinformación, convirtiéndose esta en una amenaza, principalmente para la democracia.

Un mecanismo para ello es la producción y difusión de las fake news que son, adecuando conceptos de varios especialistas, noticias elaboradas falseando, inventando o distorsionando hechos, pero dándoles un formato verosímil para influenciar las percepciones de la ciudadanía. Se las utiliza generalmente en las crisis, como esta pandemia, y durante los procesos electorales para desprestigiar a los adversarios y sobrevaluar a sus líderes.

Su propósito es apelar a los sentimientos de la audiencia para legitimarse ante ella y conseguir credibilidad. Las noticias falsas no son un fenómeno nuevo, pero si es su amplitud con que pueden reproducirse en las redes sociales, lo que se llama viralizar, que es cuando tiene un impacto negativo.

Ante este panorama se creó ChequeaBolivia, una iniciativa de CERES que pretende aportar al sistema democrático luchando contra la desinformación, detectando, verificando y rectificando las noticias falsas que se difunden en redes sociales.

Sin embargo, en todo este tiempo de trabajo, se ha comprobado que el alcance de las verificaciones llega aproximadamente solo el 20% de los usuarios que recibieron una noticia falsa, como muchos trabajos de investigación también lo reflejan y también es difícil que cambien el modo de pensar de aquellos que solo consumen noticias ajustas a su modo de pensar.

Si las nuevas generaciones y también los periodistas obtienen su información de las redes sociales, deben aprender a decodificar lo que leen. Por eso ChequeaBolivia decidió integrar la Alfabetización Mediática como un complemento a la lucha contra la desinformación , pero enfocado en la responsabilidad del usuario.  

La Alfabetización Mediática permite incrementar las habilidades de acceder, entender, evaluar, analizar y utilizar las publicaciones en las Redes Sociales e intenta concientizar sobre los daños de la desinformación que encuentran on-line, por lo que refuerza las capacidades de leer críticamente las noticias utilizando el sentido común y el contexto. Un estudio de Jhoseph Kahne y Benjamin Bowyer indica que quienes realizaron cursos de Alfabetización Mediática reforzaron sus habilidades críticas sobre los mensajes..

En ese sentido, el curso de Alfabetización Mediática desarrollado por ChequeaBolivia, “HABILIDADES DIGITALES CONTRA LA DESINFORMACIÓN”, facilitara a estudiantes y reforzara en los periodistas la adquisición de competencias mediáticas necesarias para distinguir noticias falsas de las reales aplicando el pensamiento de una manera más crítica sumado a un conjunto de  herramientas digitales sobre la información que encuentran en las redes sociales para fomentar la construcción de una ciudadanía digital informada.

Este curso tiene cuatro elementos de competencia, que serán expuestos en 4 unidades temáticas y se reforzara su aprendizaje en un taller de aplicación:

• Sobreinformación y ciudadanía digital: Reconocer la importancia de la alfabetización mediática en la construcción de una ciudadanía digital informada en un contexto de sobreinformación
• Evaluación de noticias aplicando el pensamiento crítico: Desarrollar habilidades de pensamiento crítico para la evaluación de la información
• El ecosistema digital: Conocer e Identificar los elementos más relevantes del mundo digital
• Verificación de noticias falsas y Habilidades digitales Aplicación de la metodología de ChequeaBolivia para la verificación de noticias falsas y de herramientas digitales como soporte.
• Taller de Aplicación: Se desarrollaran actividades prácticas  con los capacitadores que reforzaran lo explicado en las unidades temáticas, para terminar con una práctica final.

El curso se dictara virtualmente a través de una plataforma construida para tal efecto, por lo que las cuatro unidades temáticas serán asíncronas, cada unidad deberá concluirse en un tiempo determinado por un calendario corto de 2 a 3 días para pasar a la siguiente unidad, al final de cada unidad habrá un cuestionario que fortalecerá lo explicado. Se ha calculado que cada unidad temática tenga una duración de 2 horas, si es que se la toma de un tirón. El contenido de cada unidad temática será bastante interactivo ya que entre recursos que se pondrán a disposición, están videos, podcast, lecturas y quizes, desarrollados exclusivamente para este curso, que es gratuito en cual se trasmitirá  toda la experiencia de campo de los fact- checkers de ChequeaBolivia de casi un año. Al finalizar las unidades temáticas y el taller práctico se entregara un certificado de aprobación con el respaldo de nuestros aliados.

Solo empoderando a los ciudadanos digitales y facilitándoles la adquisición de habilidades suficientes para luchar contra la desinformación minimizaremos esta amenaza consiguiendo que la ciudadanía pueda decidir libre y por sí misma para el futuro de la democracia.

[1] El CERES una organización sin fines de lucro, fundada en 1978, es un colectivo académico constituido por profesionales dedicados a la acción reflexiva y la investigación de múltiples procesos relacionados con el desarrollo. Su acción y producción se orientan a contribuir a la generación del cambio social favorable a la eliminación de pobreza y la consolidación de la democracia en el marco de libertad, equidad, igualdad y solidaridad en la diversidad.

[2] Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación

[3] Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes